Palabras invariables

VLADIMIR KUSH

¡Después de repasar los contenidos básicos sobre palabras invariables, tal y como aparecen en el libro de 1º, “En aguas de la palabra”, escribe textos literarios en los que integres los contenidos gramaticales.

ALGUNOS REQUISITOS COMUNES A LA REDACCIÓN DE LOS TEXTOS:

 

Todos los textos deben tener un mínimo de 200 palabras.

 

Se puede utilizar cualquier tipología textual: textos narrativos, descriptivos, expositivos, argumentativos, instructivos…

 

Se puede utilizar cualquier modo de expresión: en prosa o en verso. También se pueden acompañar los textos con imágenes; pero éstas deben enviarse en JPJ al correo: elvolumendeunasombra@gmail.com

 

Se deben ir integrando algunas de las figuras retóricas que se citan en el apartado.

 

Actividad 1:

Después de repasar los adverbios, escribe un texto literario en primera persona, utilizando la personificación, en el que te identificas con uno de los adverbios. Utiliza también la metáfora, el símil y la hipérbole. En tu texto puedes hacer referencia a otros adverbios o locuciones adverbiales, también personificados.

 

Ejemplo:

 

“ MAÑANA”,   ¡ MI OTRO YO !

 

Mañana es un niño alegre. Es más feliz que infeliz. Le gusta ir a jugar al parque con sus amigos, aunque también a veces prefiere estar con ellos cenando.

Tiene un carácter tímido; es la vergüenza enfrentada; es inteligente y trabajador; incapaz de hablar en público, pero lo intenta. De noche piensa al instante en mejorar. A diestro y siniestro mejora su timidez. No tolera el despacio, el mal y el poco.

Mañana tiene muchos amigos; a chorros, de verdad y posiblemente, siempre estarán en su vida.

Al amanecer, al anochecer, al instante y al mediodía son su familia.

Al amanecer es su favorita cocinera. A Mañana le encanta su torta de manzana.

Su mascota Aprisa es veloz con su pelota; Mucho nada y da color en su acuario, Verdaderamente y Ciertamente están en sus jaulas, tan grandes como la casa de Mañana.

Nunca, Nada y Jamás tienen el caparazón duro como una piedra, aunque a veces van rápido sufren sus consecuencias de lentos como una tortuga, por supuesto, y sin duda alguna les encanta las hojas de lechuga.

Nunca jamás a Mañana dejarán de gustarle los animales, porque disfruta de su compañía y de sus cuidados.

Mañana, siempre guardará sus recuerdos y disfrutará por lo más alto de tú compañía.

Vicente Cebrián Orduña  2ºB

 

Actividad 2:

         Después de revisar el listado de preposiciones y locuciones preposicionales, escribe un texto literario donde vayas integrando todas las preposiciones, que deben aparecer escritas en mayúscula y siguiendo el orden alfabético de la enumeración. Utiliza alguna de las figuras retóricas, como símil, metáfora, hipérbole, etc.

 

Ejemplo:

         A altas horas de la noche, cuando por fin los lobos se transforman en hombres, decidí salir a dar un paseo. Me embocé en ropa negra para pasar desapercibida, ANTE las farolas que hacía milenios que estaban encendidas.

         BAJO la negritud del cielo, mi sombra no era más que el resto de una reliquia antigua; un despojo. Anduve durante mucho mucho tiempo; más incluso del que podían esperar mis delicados pies. Me detuve CABE un arbusto que parecía tener flores rojas, a pesar de que la noche lo dibujaba todo en negro. Toqué CON delicadeza los pétalos y me sorprendió su dureza. ¿Serían realmente flores? Quizá toqué alguna otra cosa, que preferí no seguir averiguando. Me detuve un instante, apoyada CONTRA un ribazo. Necesitaba tomar aire.

         DE entre todas las visiones que hubiera imaginado tener en esa cerrada noche, nunca imaginé que fuera a ser aquélla la que se presentaría ante mí. Nunca más DESDE aquel inquietante paseo, he vuelto a sentir EN mi piel ni ENTRE mis manos el suave y sinuoso deslizamiento de un haz de luz que me rodeó y me arremetió HACIA el tronco de un árbol HASTA que me pude sujetar a una de las ramas.

         Miré hacia arriba PARA asegurarme de que era una rama lo que me sujetaba, ya que cada vez parecía alargarse más y más, como una especie de sustancia blanda y resbaladiza, que se deslizaba POR mi brazo como una enredadera. Permanecí en silencio, no sé por cuánto tiempo. SEGÚN mi reloj interno, pasaron milenios. SIN más ruido que el de mi respiración; SO el peso del miedo y la incertidumbre; SOBRE la humedad del suelo que comenzaba a ascender por mi espalda; TRAS el tronco y la noche.

         Sé que no lo soñé. Aunque cada noche, al acostarme, le pido a Nut que me acompañe en el viaje. DURANTE y MEDIANTE.

Mª Elena Picó Cruzans

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