El novecentismo y las vanguardias

Se trata de dos movimientos que se desarrollan en el período de entreguerras.

El Novecentismo es el movimiento literario, propio de España, que sigue al Modernismo y a la generación del 98. También se le conoce como Generación de 1914, ya que en torno a este año se producen varios hechos relevantes que afectan a estos autores. Esta generación actúa como puente entre el fin de siglo y las vanguardias y publica sus obras entre 1910-1925 aproximadamente. Sus componentes son un grupo de intelectuales que persiguen un arte puro, deshumanizado, que busca el goce estético y se dirige a una minoría intelectual. Para ellos, el arte está separado de lo social y lo político. Se alejan del sentimentalismo y se caracterizan por su vocación europeísta. Los géneros literarios preferidos por los novecentistas son el ensayo y la novela.

El ensayo permitió a estos intelectuales divulgar sus ideas. Uno de los autores más destacados fue José Ortega y Gasset, entre cuyas obras destaca La deshumanización del arte.

En cuanto a la novela, rechaza la expresión de los sentimientos y presenta una realidad manipulada que le permite a los autores expresar su opinión sobre temas variados. Autores relevantes fueron Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala o Wenceslao Fernández Flórez.

También se cultivó la lírica, que rechazaba al Modernismo y buscaba un lenguaje preciso y claro. Un autor representativo fue Juan Ramón Jiménez, un poeta del que ya hemos hablado antes y que destaca por su compleja y variada trayectoria.

Por otra parte, las vanguardias (o vanguardismos) son un conjunto de movimientos artísticos y literarios que rompen con todo el arte y la tradición estética anterior. Se desarrollan en Europa y en América en el primer tercio del siglo XX.

La palabra vanguardia tiene un origen bélico, relacionado con la guerra de 1914, y se escogió para señalar el carácter combativo, de lucha frente al arte y la sociedad anterior, de estos movimientos, los ismos.

El origen de las vanguardias se encuentra en el malestar por el presente que surge a partir de la I Guerra Mundial. Los intelectuales del Novecentismo conectaron con los vanguardismos rápidamente ya que en ellos observaron su deseo de conseguir un arte caracterizado por la libertad total del artista, sin influencias sociales o políticas.

Por tanto, la ruptura con todo el arte anterior es la característica más relevante de las vanguardias, aunque hay otras también importantes, como el rechazo a la imitación de la realidad, la mitificación de las culturas primitivas (rechazan la evolución histórica; buscan su inspiración en culturas primitivas, como la africana, por ejemplo), la búsqueda de un arte irracional (se basan en el azar o el subconsciente) y el gusto por la experimentación creativa (es un arte original: collages, cadáver exquisito, caligramas,…)

Todos los movimientos de vanguardia expresaban sus ideas estéticas en unos textos que recibían el nombre de manifiestos.

Repasaremos los principales movimientos de vanguardia que destacaron en Europa y que se aplicaron a la literatura: el Futurismo, el Dadaísmo y el Surrealismo.

El Futurismo fue un movimiento italiano encabezado por Filippo MARINETTI. Vinculado al régimen fascista de Mussolini, se caracteriza por una mezcla de belicismo, nacionalismo, anarquismo y machismo. Exalta la velocidad, la técnica, el deporte, la fuerza, la violencia, el riesgo, la rebeldía… En sus textos encontraremos signos no verbales (de las matemáticas o de la música), onomatopeyas, tipografías variadas… (Lee en la Antología un fragmento del Manifiesto futurista).

 

El Dadaísmo (o Movimiento Dadá) nace en Zurich encabezado por el exiliado rumano TRISTAN TZARA. La palabra dadá no tiene significado: son las primeras sílabas que leyeron al abrir un diccionario. Se proponen negar el arte en absoluto, la historia, los valores…Ese afán de ruptura también les lleva a la incoherencia del lenguaje y a la búsqueda del absurdo y la provocación. Su género preferido sería el collage. (Busca en la Antología las recomendaciones Para hacer un poema dadaísta).

 

El Surrealismo busca la liberación total del espíritu de todo ser humano de la razón y de la moral, según su principal representante, el francés André BRETON. La palabra procede del francés Surréalisme que, traducida literalmente como Sobrerrealismo, nos viene a decir que es un movimiento que trata de superar la realidad, de ir más allá de lo que vemos objetivamente. Es un arte y una literatura que descubre el mundo de los sueños y del subconsciente y que emplea la técnica de la escritura automática (consiste en escribir textos en estado de semiinconsciencia, sin restricciones ni límites).

Más adelante comprobarás que poetas españoles del 27, como GARCÍA LORCA o ALEIXANDRE, entre otros, emplearán en su obra imágenes surrealistas. En el terreno de la pintura, destaca el surrealismo de Salvador DALÍ.

(Ahora completa estas notas sobre el Surrealismo con la lectura del fragmento del Manifiesto surrealista que encontrarás en la Antología.)

Ya en España, destaca la figura de RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA, que abrió la puerta a los vanguardismos en nuestro país. Fue el creador de las greguerías, frases breves e ingeniosas en las que emplea metáforas u otros recursos literarios (personificaciones, juegos de palabras…) con un toque de humor: HUMOR + ARTE= GREGUERÍA.

Además, en el ámbito hispánico las vanguardias más destacadas fueron el creacionismo y el ultraísmo. El ultraísmo, influido por el futurismo, da mucha importancia a las metáforas y cultiva el caligrama. Entre sus cultivadores destacan GUILLERMO DE TORRE, RAFAEL CANSINOS-ASSENS o GERARDO DIEGO (más tarde, cultivará el Creacionismo).

El Creacionismo, de origen hispanoamericano, busca crear una nueva realidad con las palabras. Su fundador fue el poeta chileno VICENTE HUIDOBRO. GERARDO DIEGO y JUAN LARREA fueron seguidores de este movimiento.

 

ACTIVIDADES DE LITERATURA

 

1)    A partir de la lectura de los fragmentos de los distintos Manifiestos vanguardistas y poemas vanguardistas que aparecen en la Antología de textos, junto con las explicaciones de clase, elabora, individualmente o en grupo (a criterio de la profesora) un poema dadaísta, un caligrama o un cadáver exquisito.

2)     

3)    Lee las greguerías de Ramón Gómez de la Serna que hay en la Antología e indica qué recursos literarios emplea en ellas el autor.

 

LA GENERACIÓN O GRUPO DEL 27

 

El esplendor en las artes y en la cultura en general en los años anteriores a la guerra civil le ha valido el nombre de Edad de Plata* a este período de la literatura española. Este rico panorama alcanza uno de sus puntos más altos con un grupo de jóvenes poetas, que comenzarán a publicar sus obras entre 1920 y 1930. Aunque también se les conoce como Generación de las Vanguardias (debido al empleo de rasgos vanguardistas en su obra), el nombre que ha tenido más éxito ha sido el de Generación o Grupo de 1927.

 

*Hay que tener en cuenta que coinciden los escritores de fin de siglo, las vanguardias y los poetas del 27 con pintores como Picasso o Dalí, con músicos como Manuel de Falla o con cineastas como Luis Buñuel.

 

1927 es un año importante para estos poetas. Se celebra el tricentenario de la muerte de Góngora y el grupo se reunirá por primera vez en el Ateneo de Sevilla para homenajearlo, ya que admiraban de él su afán de alejarse de la realidad cotidiana por medio del empleo de un lenguaje rico en metáforas.

Los principales componentes de esta generación fueron poetas como Gerardo Diego, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados o Manuel Altolaguirre.

Las características comunes más destacadas de estos autores fueron, sobre todo, su actitud de sintetizar la literatura tradicional española con las vanguardias europeas, que ya conocemos del apartado anterior. Pero, además, estuvieron unidos por lazos de amistad; por una sólida formación literaria y por su dedicación, en la mayoría de casos, a la enseñanza de la literatura; por sus orígenes burgueses y liberales, y por su evolución en grupo, que se rompería con la Guerra Civil, el asesinato de Lorca y el exilio de muchos de sus miembros. Por otra parte, aunque algunos de ellos escribieron teatro y narrativa, el género más cultivado fue el de la lírica.

También se caracterizan por la libertad métrica, ya que emplean tanto formas tradicionales o clásicas (romances, sonetos,…) como el verso libre.

Reconocen a Juan Ramón Jiménez como su maestro y rechazan el Modernismo.

La temática de sus obras es muy variada: el amor, la muerte, el destino, la libertad, la naturaleza, la infancia y el mundo adulto,…

 

En su producción podemos reconocer tres líneas: el neopopularismo, la poesía pura y la influencia del Surrealismo. (Además, Gerardo Diego también siguió la línea del Creacionismo, de la que hemos hablado en el apartado de las vanguardias).

 

El neopopularismo supone una vuelta a los temas y la métrica propias de la lírica tradicional española. Destacan dos obras en esta línea: el Romancero gitano, de Federico García Lorca, en el que los gitanos son un símbolo de la naturaleza y de la libertad frente a la guardia civil que encarna la civilización y la autoridad, y Marinero en tierra, de Rafael Alberti, obra en la que el mar simboliza la infancia perdida frente a la ciudad, que representa el mundo adulto.

La poesía pura, cuyo iniciador fue Juan Ramón Jiménez, que busca la realidad esencial que se esconde detrás de lo material, tiene como principales representantes a Jorge Guillén y a Pedro Salinas. Jorge Guillén, con Cántico, nos muestra la plenitud de la vida con la contemplación de todos los elementos de la realidad. Busca eternizar el instante. Pedro Salinas nos muestra su relación con lo que le rodea y su poesía es una búsqueda de la esencia del amor. Entre sus obras destacan La voz a ti debida y Razón de amor.

La influencia del Surrealismo llegará a estos poetas a partir de 1929. Los poetas mostrarán su rebeldía frente a los convencionalismos de la sociedad y expresarán más directamente sus conflictos íntimos. Para ello, emplearán recursos que les permitan mostrar lo irracional: metáforas, símbolos, asociaciones libres de palabras, sinestesias, imágenes visionarias, así como la preferencia por el verso libre, con la finalidad de renovar el lenguaje poético. En esta línea, destacaremos a Luis Cernuda, con La realidad y el deseo; a Vicente Aleixandre, con La destrucción o el amor y Espadas como labios; a Rafael Alberti, en obras como Sobre los ángeles o en los poemas de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, entre otras; y a Federico García Lorca, con Poeta en Nueva York, ciudad a la que viajó en 1929 y que se convierte en símbolo de la deshumanización.

El Surrealismo conectará a estos poetas con la poesía comprometida y social, en los años previos a la guerra civil. Se trata de un proceso en el que su poesía se rehumaniza y refleja  las preocupaciones de los seres humanos y la defensa comprometida de causas sociales.

 

Tras la guerra, el grupo del 27 se separa debido a la muerte o al exilio de muchos de sus miembros.  Los que se marchan reflejarán en su poesía el tema del recuerdo y la nostalgia de España, el paraíso perdido. Para los que se queden, el tema más importante será la angustia existencial.

EL TEATRO DE FEDERICO GARCÍA LORCA

 

Federico García Lorca es el principal dramaturgo de la generación del 27. No hay una frontera clara entre su poesía y su teatro, ya que podemos encontrar fragmentos líricos en sus obras teatrales y diálogos en muchos de sus poemas. Además, los personajes de su teatro coinciden con la misma concepción del mundo que vemos en sus poesía : se enfrentan a una sociedad que reprime su libertad y luchan contra la adversidad.

Puesto que la lectura propuesta para el tercer trimestre es una obra dramática de Lorca, La casa de Bernarda Alba, dedicaremos este capítulo al estudio de su teatro y de esta obra en concreto.

 

El tema característico de su teatro es la frustración o insatisfacción que nace del choque entre dos fuerzas opuestas: la libertad y la autoridad (que puede ser la sociedad, la tradición, el destino…y que se opone al cumplimiento de los deseos de la protagonista, ya que casi siempre es una mujer).

 

Los rasgos que caracterizan su teatro son el empleo de prosa y verso; la utilización de elementos del teatro clásico (el coro) y del teatro popular (las canciones); la aparición de personajes con valor universal y simbólico; la concepción de sus obras como un espectáculo total, ya que da mucha importancia a signos no verbales como la danza, el vestuario, la iluminación…; y el uso de un lenguaje muy poético, cargado de recursos retóricos.

 

Entre sus obras dramáticas, destacan las tragedias, como Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. También escribió farsas como La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.

 

 

La casa de Bernarda Alba

 

Fue la última obra dramática escrita por Federico García Lorca. Acabó de escribirla en junio de 1936, dos meses antes de morir. Fue estrenada en Buenos Aires en 1945 por la compañía de Margarita Xirgu. No se representó en España hasta 1964. Es su obra culminante en el género dramático.

La subtituló Drama de mujeres porque refleja la personalidad conflictiva de un grupo de mujeres obligadas a vivir encerradas y sometidas a la tiranía de su madre.   Todos los personajes que aparecen en escena son femeninos. Los personajes masculinos solamente se aluden.

 

El tema central es el enfrentamiento o choque entre la autoridad y el deseo de libertad. Bernarda intenta imponer sus normas opresivas basándose en la autoridad que tiene como cabeza de familia tras la muerte de su marido. Su madre, María Josefa, y su hija pequeña, Adela, intentan rebelarse y hacerle frente. Magdalena, Amelia y Martirio se resignan a su suerte, aunque Martirio parece enfrentarse a su madre en alguna ocasión. Las criadas, Poncia y Criada, también viven bajo su dominio y no se atreven a enfrentarse a ella, aunque murmuren a sus espaldas.

El autoritarismo de Bernarda aparece desde su primera intervención y está presente en las últimas palabras que pronuncia. Forma parte de su carácter y de su actitud. Un objeto que ella empuña hasta que se lo arrebata y rompe Adela es un bastón, símbolo de su autoridad.

 

Otros temas secundarios en la obra son:

 

-         El amor sensual y la búsqueda del varón: el drama de estas mujeres se concreta en la ausencia de amor en sus vidas y en el temor a permanecer solteras. El luto de ocho años y el control de Bernarda impide que entablen una relación amorosa.

-         La hipocresía (el mundo de las falsas apariencias): Afecta sobre todo a Bernarda y a otro personaje.

-         El odio y la envidia: Dominan las relaciones entre los personajes. Bernarda es odiada por las criadas y por los vecinos del pueblo. Alimenta en sí misma el odio y se convierte en un personaje detestable. Una de las hermanas es odiada y envidiada por el resto, y ella también las odia. El odio, la envidia y los celos llevan a Martirio a acusar a Adela.

-         La injusticia social: En la obra, Lorca denuncia la injusticia y las diferencias sociales, especialmente durante el primer acto. Bernarda y su familia ocupan una posición elevada; la Poncia y la Criada se encuentran en una posición inferior.

-         La marginación de la mujer: En la obra aparecen dos modelos de comportamiento femenino: por una parte, el que se basa en una moral relajada, y, por otra, el que se basa en la honra y la decencia. Este último es el que impone Bernarda a sus hijas. El comportamiento basado en la decencia implica una sumisión a las normas sociales, que discriminan a la mujer a favor del hombre.

 

En cuanto a la estructura, la obra consta de tres actos, en los que se mezclan situaciones de calma, con conflictos y estallidos de violencia. El momento climático se encuentra al final del tercer acto.

 

Por otra parte, destacan algunos símbolos utilizados en la obra:

-         el caballo es símbolo del deseo amoroso, del instinto sexual;

-         la luna simboliza la muerte; también el erotismo;

-         el agua en forma de río es símbolo de vida; en forma de pozo, de muerte;

-         también destaca el contraste entre el color blanco y el negro: la vida y la libertad frente a la muerte y la tristeza; el color blanco de las paredes se va perdiendo conforme avanzan los actos;

-         otro color simbólico es el verde: significa la rebeldía y también, la muerte;

-         los nombres también son simbólicos: Bernarda (“con fuerza de oso”), Adela (“noble”), Angustias, Magdalena, Amelia (“sin miel”, o sea, sin gracia), Martirio, la Poncia (se lava las manos y no quiere saber nada de lo que está ocurriendo, como Poncio Pilatos con Jesucristo)…

 

Finalmente, en cuanto al espacio, destaca la oposición entre el espacio visible, que es la casa de Bernarda, y el espacio aludido, que es el mundo exterior: la realidad(mundo cerrado, mujeres, falta de libertad, ausencia de amor, frustración, tristeza) frente al deseo( mundo abierto, hombres, libertad, impulsos eróticos, independencia y vitalidad, alegría).

 

 

ACTIVIDADES DE LITERATURA

 

1)    A partir de la lectura en clase de los poemas de los autores de la Generación del 27 que aparecen en la Antología de textos, y con la ayuda de la profesora, se realizará un debate para situar a estos autores y sus obras en su contexto.

 

2)    Vuelve a leer los poemas de Federico García Lorca que aparecen en la Antología de textos y responde a las cuestiones siguientes:

 

a) Sitúalos en la línea correspondiente del grupo del 27 a la que pertenezcan, siempre justificando tu respuesta.

b) Realiza el análisis métrico de los dos poemas.

c) Comenta los recursos estilísticos de ambas composiciones.

 

3)    Responde a las mismas preguntas del ejercicio anterior pero ahora en relación a los poemas de Rafael Alberti.

 

4)    Reflexiona y contesta a estas cuestiones tras haber leído en clase La casa de Bernarda Alba:

a) ¿Qué dos respuestas estériles provoca, en búsqueda de la libertad, el autoritarismo de Bernarda y de qué dos personajes parten respectivamente?

b) ¿Quién irrumpe en su mundo cerrado y desencadenará las pasiones de estas mujeres solteras?   ¿Por qué crees que desean casarse?

 c) Además de Bernarda, otro personaje se caracteriza por su hipocresía, ¿de quién se trata y en qué episodio de la obra se revela mejor su falsedad?

 d)Cuando hablamos de una hermana que es envidiada y odiada por las demás, y ella también las odia, ¿a quién nos referimos?

e) ¿Qué personaje de la obra representa una posición ínfima, de miseria absoluta e injusticia social? ¿Por qué?

 f) ¿Qué personajes aludidos aparecen como ejemplos de una moral relajada, todo lo contrario de lo que impone Bernarda a sus hijas?

 g) ¿Cuáles deben ser, según Bernarda, las principales ocupaciones de sus hijas, teniendo en cuenta su nivel económico acomodado?

 h) Identifica y comenta brevemente el momento climático de la obra.

MAX AUB, DRAMATURGO, NOVELISTA Y POETA

 

Max Aub coincidió en su trayectoria vital y literaria con los escritores vanguardistas y con los integrantes de la generación del 27. Con casi todos ellos compartió las vicisitudes de una época difícil de nuestra historia: la guerra, el posterior exilio, la nostalgia de la patria perdida… Le dedicamos este apartado, situado entre la Generación del 27 y su epígono Miguel Hernández por un lado, y la literatura posterior a la guerra civil, por otro, con la intención de iniciar a los jóvenes en el conocimiento de su prolífica literatura y con el deseo de que sirva como homenaje a su persona y a su obra, subrayando especialmente su vinculación con Segorbe y su comarca a lo largo de su vida, y sin olvidar, por supuesto, la enorme importancia que supone, para el estudio de la personalidad y la producción literaria de nuestro autor , el hecho de que la sede de la Fundación Max Aub se encuentre en Segorbe.

 

Max Aub, inquieto cultivador incansable de todos los géneros literarios, nació en París en 1903. Su vida estaría marcada por los acontecimientos históricos que convulsionaron España y Europa en la primera mitad del siglo XX.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, sus padres se trasladaron a Valencia, ciudad donde estudió Max el bachillerato, en concreto en el instituto Luis Vives. Tras finalizar sus estudios secundarios, no siguió estudios universitarios y se dedicó a ser viajante de comercio, como su padre.

         En torno a la década de los años veinte, comenzó a escribir sus primeros poemas y obras teatrales. En 1923 viajó a Madrid, donde leyó poemas en el Ateneo y acudió a tertulias literarias con los intelectuales de aquel momento. En los años sucesivos, su dedicación a la literatura fue en aumento y las publicaciones de obras suyas se sucedieron sin cesar.

En 1926 se casó con la valenciana Perpetua Barjau, con la que tuvo tres hijas. Precisamente, por motivos de salud de una de sus hijas, pasó varios veranos en la localidad de Viver.

         En 1936 estalló la guerra civil española. Fue nombrado agregado cultural de la embajada de España en París y le encargó a Picasso el “Guernica” para el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París.

En 1939 tuvo que salir de España e intentó establecerse en Francia, pero en 1940 fue detenido y sufrió la terrible experiencia de los campos de concentración, tanto en Francia como en Argelia, a donde fue deportado, hasta que pudo llegar a México, país en el que permaneció hasta el fin de sus días, en 1972, siempre dedicado a sus actividades académicas y artísticas.

En cuanto a su producción literaria, destaca su llamado teatro primero, que entra dentro de la literatura de vanguardia. Al mismo tiempo se inicia en la poesía y en la narrativa y en 1925 escribe Geografía, obra que despunta por su prosa lírica de gran belleza y que parte del mito de Fedra e Hipólito para presentar un mundo cargado de belleza y exotismo. Otros ejemplos de su refinado estilo son Fábula verde y Yo vivo, una obra, esta última, cuya temática es la alegría de vivir y que sitúa la acción entre el momento del despertar y el de acostarse, recreándose en todas las sensaciones que disfrutan los personajes en un mundo perfecto.

Su primera novela aparece en 1934. Se trata de Luis Álvarez Petreña, que supone su ruptura con las vanguardias. Ahora su obra se rehumaniza y por este camino llegará al compromiso político.

 

Será entre 1935 y 1937 cuando nuestro escritor componga su teatro de circunstancias, un teatro que deriva hacia una finalidad propagandística. Escribirá obras para las Misiones pedagógicas y dirigirá el grupo independiente “El búho” en la universidad de Valencia, con el afán de llevar el teatro clásico y contemporáneo a todos los pueblos.

 

Ya en el exilio. mención especial merece San Juan, impresionante tragedia colectiva escrita en 1942, que presenta el terrible drama de unos judíos que huyen del nazismo, embarcados en un buque y desesperados ante el rechazo de los países en donde intentan desembarcar, rechazo que los conducirá a un desenlace trágico. La obra es un alegato contra los totalitarismos y contra la indiferencia e hipocresía de los gobiernos democráticos.

Será sobre todo a partir de la década de los cincuenta cuando se intensifique su producción narrativa y decaiga la teatral. Sin embargo, el teatro fue siempre su gran pasión, aunque es verdad que el suyo fue un teatro alejado de los circuitos comerciales y que no pudo llegar al gran público, como él hubiera deseado. Toda su obra dramática está recogida bajo el título de Teatro completo.

 

También en el exilio nuestro autor conseguirá sus mayores logros narrativos. Escribe el impresionante ciclo sobre la guerra civil, El laberinto mágico (formado por las novelas Campo cerrado, Campo abierto, Campo de sangre, Campo francés, Campo del Moro y Campo de los almendros), así como las novelas Las buenas intenciones, Josep Torres Campalans y La calle de Valverde.

         Asimismo, destaca su original novela epistolar, Juego de cartas, en la que, a través de 108 naipes, reconstruye la trayectoria vital del personaje de Máximo Ballesteros.

 

         Otra obra interesante es Crímenes ejemplares. En ella, presenta breves relatos protagonizados por asesinos que explican los motivos de sus acciones, aderezado todo el conjunto con un humor absurdo que da como resultado que se pierda el aspecto trágico y se intensifique el cómico.

 

         Finalmente, respecto a su poesía, en la que, como ya hemos dicho antes, se inició tempranamente, hay que señalar que Max Aub no se consideraba a sí mismo un buen poeta y decía que carecía de sentido del ritmo. Pero lo cierto es que cabe destacar su Antología traducida, obra que reúne textos de poetas inventados desde el siglo III hasta nuestra época y que se caracteriza por su humor e ironía.

 

 

ACTIVIDADES DE LITERATURA

 

1)    Lee los fragmentos de las obras de Max Aub que aparecen en la Antología y realiza un breve comentario sobre el tema y el significado de  los mismos, teniendo en cuenta la información que tienes sobre el autor.

 

2)    Repasa las figuras literarias con ejemplos extraídos de los fragmentos que has leído anteriormente.

 

 

3)    Tras la visita realizada al archivo de la Fundación Max Aub en Segorbe, redacta un texto en el que expliques qué es lo que más te ha llamado la atención de todo lo que te han explicado y valores la importancia que supone la existencia de esta entidad cultural para Segorbe y su comarca. (Mínimo 150 palabras).

EL POETA MIGUEL HERNÁNDEZ,

ESLABÓN ENTRE GENERACIONES

 

         Miguel Hernández pertenece en sentido estricto, a la Generación del 36 -junto con Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo…-; sin embargo, por su trayectoria poética y por sus relaciones con los poetas de la Generación del 27 -especialmente con Vicente Aleixandre- , muchos críticos y estudiosos de la literatura lo sitúan entre ellos como “hermano menor” y lo incluyen en este grupo como “genial epígono” de la Generación del 27 (en palabras de Dámaso Alonso). Lo cierto es que nadie duda de que su obra actúa como eslabón entre la Generación del 27 y los poetas de posguerra, sobre los que ejercerá una enorme influencia.

 

         Miguel Hernández nació en 1910 en Orihuela (Alicante), en el seno de una familia humilde a la que tuvo que ayudar desde pequeño acompañando al ganado de cabras de su padre. De ahí que se le conozca como el poeta pastor. No pudo estudiar pero nunca dejó de lado su afán por saber. Su vocación poética es temprana. En Orihuela, participa en la tertulia literaria de Ramón Sijé y conoce a la que con el tiempo habría de ser su mujer, Josefina Manresa.

Tras un primer intento fallido, se traslada en 1934 a Madrid, donde pronto será admirado. La amistad con Pablo Neruda será decisiva para su evolución ideológica hacia posturas revolucionarias. Al estallar la Guerra Civil, se alista como voluntario del lado republicano. Se casa en 1937 con Josefina.

Sus últimos años son muy tristes: su primer hijo muere con tan solo once meses; su segundo hijo nace cuando la guerra llega a su fin. Pero el poeta nunca llega a conocerlo: es encarcelado y muere de tuberculosis en la cárcel de Alicante a los treinta y dos años de edad (1942).

 

Comentaremos a continuación las características de su obra poética.

         En cuanto a la temática, destacaremos que es muy diversa. La naturaleza y las fuerzas telúricas son un motivo poético constante en su obra: fue siempre un amante de la naturaleza, de los árboles, de los animales… de la vida sencilla del campo. También lo es el amor, entendido como sufrimiento y dolor. El tema de la religión también está presente en algunos de sus poemas. En su última etapa, cobran especial importancia la exaltación social (denuncia de la pobreza, de la injusticia social, etc.) y el tema de la guerra. Asimismo, es importante en Hernández el motivo de la amistad, pues dedica poemas a muchos de sus amigos, entre los que destacan las elegías que les escribe cuando fallecen (por ejemplo, a Lorca, a su amigo Ramón Sijé…).

         Con respecto al estilo, destaca su lenguaje sensorial, rico en metáforas, y la emoción sincera que contienen sus versos. Además, combinó muy bien lo popular y lo culto. En resumen, podemos decir que coincide con los poetas del 27 en el rasgo esencial de estos: la síntesis de tradición y vanguardia.

 

         Respecto a su evolución poética, Miguel Hernández atravesó, en poco más de diez años de creación, distintas etapas que se relacionan estrechamente con algunos de los datos biográficos que comentamos arriba (juventud, viaje a Madrid, estallido de la guerra, muerte de su primer hijo, encarcelamiento, etc.):

          Primera etapa: Poesía de corte gongorino, ultraísta. En sus primeros años, Miguel Hernández escribe poesía en la línea de los poetas del 27 en su juventud. La obra más característica de esta etapa es Perito en lunas (1933). Se trata de una obra en la que la complejidad de las metáforas empleadas por el poeta exige del lector un gran esfuerzo para poder comprenderlas. La obra consta de 42 octavas reales (una estrofa culta empleada por Góngora en su Polifemo) en las que el poeta convierte en tema de su poesía realidades tan cotidianas como un huevo o una serpiente.

 

           Segunda etapa: Poesía subjetiva de corte amoroso. La obra cumbre de este periodo se titula El rayo que no cesa (1936), y está compuesta principalmente por sonetos en los que el amor se aborda desde una perspectiva petrarquista: la amada es idealizada y presentada como una causa de sufrimiento para el poeta, y como destinataria de gran parte de las composiciones. La pasión del poeta choca contra las barreras que se le oponen (convencionalismo del amor aldeano, moral estrecha de la época…) y de ese choque surge la pena, “rayo” que se clava incesantemente en su corazón (de ahí el título de esta obra). El estilo es más sencillo que en la etapa anterior, aunque quede algún resto culterano.. El rayo que no cesa se considera la obra más acabada y perfecta de Miguel Hernández. Aparte de los sonetos amorosos, se incluye en esta obra la Elegía a Ramón Sijé, escrita en tercetos encadenados, una de las elegías más impresionantes de la lírica española.

 

           Tercera etapa: Poesía social, comprometida y de guerra. En este periodo se incluyen los libros Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939). Miguel Hernández abandona la estética culterana, adopta un lenguaje más directo, al alcance de todos, y se compromete ideológicamente con el pueblo que sufre la falta de libertad. Son poemas caracterizados por su contenido social. Por último, en la cárcel compone buena parte de los poemas del Cancionero y romancero de ausencias (1938-41), un libro que emociona y en el que el poeta depura de nuevo su expresión para hablar de las consecuencias de la guerra, su situación de prisionero y, sobre todo, el amor a la esposa y al hijo, de los que se encuentra separado.

 

          En su trayectoria poética se observa, por tanto, una clara evolución del YO -la poesía intimista de El rayo que no cesa– al NOSOTROS, el giro hacia una poesía de carácter social, en la que las angustias del poeta se identifican con las de todos los hombres. El propio poeta, en la dedicatoria de la obra Viento del pueblo que le escribe a Vicente Aleixandre, se refiere a esta evolución cuando habla del papel de los poetas:

  “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo”.

 

 

ACTIVIDADES DE LITERATURA

 

1)    Lee los poemas de Miguel Hernández que tienes en la Antología y escucha en clase las versiones que de los mismos hizo Joan Manuel Serrat. Después clasifícalos en la etapa que les corresponda y explica brevemente su tema y su significado.

 

2)    Realiza el análisis métrico de las cinco primeras estrofas de la Elegía a Ramón Sijé.

LA LITERATURA DESDE LA POSGUERRA HASTA LA ACTUALIDAD

 

Como ya sabemos, las obras literarias están condicionadas por el contexto histórico y social en el que surgen. En 1939, la guerra civil, el exilio y la muerte de muchos escritores conmocionaron el mundo de la literatura. Los autores rechazarán el arte puro y los experimentos y buscarán un arte comprometido con la realidad que los rodea. Poco a poco, el paso del tiempo y los lentos cambios que vayan llegando irán transformando el quehacer literario. Esa evolución es lo que vamos a estudiar a continuación. Pero antes, conviene tener en cuenta algunos datos que nos ayudarán a comprender mejor este periodo.

Entre 1936 y 1975 tuvo lugar la dictadura de Franco, que conllevó la restricción de las libertades, así como la censura y la represión de ideas (algo que afectaría muchísimo a los autores), y el exilio y la muerte de destacados intelectuales. El país estaba devastado y en una situación de extrema miseria debido al aislamiento con el exterior hasta que se llegó a la década de los años sesenta, momento en el que se produjo una leve apertura y comenzó una progresiva modernización.

En 1975, tras la muerte del dictador, tuvo lugar el periodo conocido como la Transición y se produjo la llegada de la libertad y la democracia.

La década de los setenta destacó por la influencia de la cultura pop: la cultura de masas (mitos del cine y del rock, por ejemplo) y la sociedad consumista dejaron su huella en los autores de estos años.

A partir de la década de los ochenta y con la llegada del nuevo siglo, las distintas tendencias se han multiplicado y, en la actualidad, encontramos una gran diversidad temática y formal y un panorama literario que tiene como rasgo común la miscelánea.

 

LA LÍRICA

 

Década de los 40

Encontramos dos tendencias en este periodo:

 

1.- la poesía arraigada (la que escriben los que están conformes con la situación del país): es una poesía basada en la experiencia personal y por ello, los temas dominantes son el sentimiento religioso, la familia o los paisajes de España; es una poesía tradicional en cuanto a la forma, con un lenguaje sencillo. Luis Rosales con La casa encendida, así como Leopoldo Panero o Luis Felipe Vivanco son poetas de esta tendencia;

 

2.- la poesía desarraigada (la que escriben los que no están conformes con la realidad que los rodea): es una poesía que refleja la angustia existencial y se centra en los sentimientos. Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) son dos de los autores más destacados.

 

Década de los 50

En estos años, la literatura se considera un instrumento de transformación política y social. La poesía se comprometerá con la denuncia de la falta de libertad y de las injusticias sociales. Será una poesía dirigida “a la inmensa mayoría”. Formalmente, destacará por utilizar una lengua sencilla y coloquial, empleará recursos de repetición como la anáfora, la reiteración de palabras clave o el paralelismo y usará, sobre todo, el verso libre. Destacarán poetas como Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), José Hierro o Gabriel Celaya.

 

Década de los 60

También conocidos como la “generación del medio siglo”, estos autores buscarán la renovación de la poesía incorporando vivencias íntimas y personales. Por tanto, su poesía se puede calificar de autobiográfica. Sin embargo, junto a temas como el amor o el paso del tiempo, también aparecerá la realidad social. En cuanto a sus rasgos formales, utilizan tanto la versificación tradicional como el verso libre y mezclan la lengua culta con la coloquial. Algunos autores destacados son Ángel González, José Ángel Valente o Claudio Rodríguez.

 

Década de los 70

En 1970 se publica la antología Nueve novísimos poetas españoles, de José María Castellet.

Los novísimos escriben una poesía experimental, centrada en la forma, y rechazan el compromiso social de los poetas de las décadas anteriores. Su estilo es recargado, con imágenes surrealistas y empleo del verso libre. Incluso algunos poetas llegan a utilizar la técnica del collage. Destacan los temas de la cultura de masas (mitos del cine o del rock), el consumismo, así como el amor y el erotismo.

Nombres destacados de este periodo son Félix de Azúa, Pere Gimferrer o Ana María Moix.

 

Desde 1980 hasta hoy

La poesía española presenta una gran variedad de corrientes poéticas: desde la vuelta a la poesía clásica y tradicional, pasando por la recuperación de la poesía vanguardista, la poesía de la experiencia, que recoge elementos del cómic o del cine, o una poesía reflexiva, que se aleja de la anécdota.

 

LA NARRATIVA

 

Década de los 40

Entre 1936 y 1942 se escribe una novela de ideología conservadora, en la línea del realismo tradicional.

Los primeros signos de renovación aparecen en 1942 con La familia de Pascual Duarte de CAMILO JOSÉ CELA, y en 1944 con Nada de CARMEN LAFORET (que en 1945 ganó el Premio Nadal)

Eran novelas que reflejaban una realidad violenta, opresiva y dura, que se caracterizaba por la angustia existencial y el sufrimiento. Causaron impacto por razones ideológicas y por su estilo literario.

Por ello, se considera que existen dos tendencias en la novela de los años 40:

-         NOVELA TREMENDISTA: Es un reflejo de la falta de humanidad y de la violencia de la España rural. Hay influencias de la picaresca, del naturalismo y del esperpento.

La familia de Pascual Duarte pertenecería a esta tendencia.

-         NOVELA EXISTENCIAL: Refleja el vacío y la falta de expectativas en la  vida que domina en la España de esta época.

Nada estaría dentro de esta tendencia.

 

Década de los 50

Predomina la NOVELA SOCIAL. Es una novela comprometida y de tipo realista. Por eso se le llama también REALISMO SOCIAL.

Estas obras son un testimonio crítico de la sociedad española de aquella época. Denuncian la injusticia social y la falta de libertad.

Destacan dos novelas: La colmena de CELA y El Jarama de RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO. Ambas son novelas que se caracterizan por tener un personaje colectivo…

 

La novela entre 1960 y 1975

Los autores se cansan del realismo social y buscan nuevos cauces de expresión. Predomina la NOVELA EXPERIMENTAL: se produce la renovación del lenguaje y se realizan experimentos formales. La literatura ya no se ve como un arma para cambiar la realidad, aunque la intención de los autores sigue siendo la crítica de ese mundo que los rodea.

La novela que marca el cambio es Tiempo de silencio de LUIS MARTÍN- SANTOS, que se publica en 1962.

Otras novelas experimentales son Cinco horas con Mario de MIGUEL DELIBES , Señas de identidad de JUAN GOYTISOLO o Últimas tardes con Teresa de JUAN MARSÉ.

 

Las características de la novela experimental son las siguientes:

 

-         Empleo del monólogo interior (consiste en reproducir los pensamientos de los personajes de forma desorganizada, tal como brotan de la conciencia);

-         Ruptura del relato lineal y desorden cronológico, con saltos en el tiempo hacia adelante (prolepsis) y hacia atrás (analepsis);

-         Punto de vista múltiple y alternancia de persona narrativa;

-         Uso de secuencias en lugar de capítulos;

-         Renovación del estilo: se apartan del habla cotidiana e incluso llegan a utilizar lenguajes técnicos y léxico especializado. También alteran las normas de puntuación.

-         Desaparición del protagonista colectivo: ahora el protagonista es la encarnación de la lucha del individuo frente a la sociedad.

 

Todos estos aspectos provienen de la influencia de autores extranjeros como el irlandés JAMES JOYCE (autor de Ulises) o el norteamericano WILLIAM FAULKNER (autor de El ruido y la furia).

 

La novela desde 1980 hasta la actualidad

A partir de los años ochenta se asiste al cansancio de la experimentación y la narrativa presenta una multiplicidad de tendencias y autores, que abarca desde la tendencia al intimismo, la vuelta al tema de la guerra civil, las historias del mundo suburbano hasta la novela policíaca o el cultivo de la imaginación.

 

EL TEATRO

 

Década de los 40

Es un teatro conocido como teatro de humor, que se basa en situaciones absurdas y en los juegos del lenguaje. Es un teatro de denuncia de la hipocresía y el sentimentalismo burgués.

Los principales representantes son Miguel Mihura (Tres sombreros de copa; Maribel y la extraña familia) y Enrique Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro).

 

Década de los 50

Surge un teatro social, que analiza críticamente la realidad española de la época. Su tono es pesimista y grave.

Antonio Buero Vallejo introduce personajes históricos en sus obras, que fracasan en su intento de mejorar la sociedad. Una de sus obras más reconocidas es Historia de una escalera.

Alfonso Sastre y Lauro Olmo son otros autores representativos del momento.

 

Década de los 60 y siguientes

Surge el teatro experimental, que retoma el vanguardismo, y es provocador en su temática: violencia, sexo,…Son importantes los efectos especiales y los gestos y movimientos de los actores. Un autor relevante es Fernando Arrabal.

Al mismo tiempo, vuelve el teatro comercial que busca el entretenimiento del público, sin olvidar tampoco la proliferación de grupos de teatro independientes, muchos de ellos vinculados al teatro universitario. Además, surgirán dramaturgos que tratarán temas contemporáneos con un tono de ironía y desengaño, o incluso con humor.

 

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA

 

 LA NARRATIVA

 

          Durante la primera mitad del siglo XX destacan las novelas de carácter realista, también llamadas NOVELAS REGIONALISTAS. Estas novelas se caracterizan por la importancia de la naturaleza (una naturaleza imponente, llena de fuerza, dominante) y por reflejar conflictos políticos y sociales.

         También dentro del realismo tradicional aparecen otras corrientes como la novela indigenista (que denuncia los abusos que sufren los pueblos indígenas) o la novela política, que tiene como tema central las revoluciones y cambios políticos del continente americano.

 

         Pero no toda la novela de este periodo es así. Un autor destacado es JORGE LUIS BORGES. Para  él, el universo es una inmensa biblioteca o un libro infinito. Las características de sus obras son el antirrealismo y el antipsicologismo (no profundiza en el carácter de los personajes).

 

A partir de los años 50 y 60, se produce el llamado BOOM DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA.    Se busca la renovación de la novela y se deja atrás el realismo.

Son novelas que presentan varias líneas temáticas, que confluyen muchas veces en una misma obra:

 

-         Problemática existencial y reflexión sociopolítica: Rayuela de JULIO CORTÁZAR; Conversación en la catedral de MARIO VARGAS LLOSA.

-         Figura del dictador: El Señor Presidente de MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS; el otoño del patriarca de GABRIEL GARCíA MÁRQUEZ.

-         Realismo mágico, que consiste en introducir elementos fantásticos en la vida cotidiana de los personajes, que los asumen con naturalidad; se mezcla el mito, la poesía y lo real. Algunos ejemplos son: Cien años de soledad de G. GARCÍA MÁRQUEZ o Pedro Páramo de JUAN RULFO.

 

Todos los autores citados utilizan técnicas de la novela experimental, que ya hemos comentado en el apartado anterior de la narrativa contemporánea.

Por otra parte, hemos de señalar que muchos escritores hispanoamericanos destacan en el subgénero narrativo del cuento, que ellos entienden como historias breves, con gran poder de evocación, y con un desenlace impactante que causa sorpresa en los lectores. Por citar autores nombraremos a Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, García Márquez…

 

LA LÍRICA

 

En los primeros años del siglo XX, como ya hemos estudiado anteriormente, predomina el MOVIMIENTO MODERNISTA. Destaca la figura de RUBÉN DARÍO. En general, se aceptan las normas poéticas dictadas por Europa.

Cuando se agota el Modernismo, aparece una lírica sencilla y de temas cotidianos. Los poetas se acercan más a sus propios países.

Autores de esta poesía son. GABRIELA MISTRAL, ALFONSINA STORNI, JUANA DE IBARBOROU y las primeras obras de CÉSAR VALLEJO y PABLO NERUDA.

A partir de los años veinte, llega la influencia de los Vanguardismos, de Juan Ramón Jiménez y de la Generación del 27. Hay poetas, como VICENTE HUIDOBRO, que fundan un movimiento vanguardista, el Creacionismo. PABLO NERUDA, CÉSAR VALLEJO y OCTAVIO PAZ influyen a su vez en los poetas europeos.

Tras las vanguardias, la poesía pura tratará de buscar un equilibrio entre la tradición y la modernidad.

Y en la zona de las Antillas surgirá la llamada poesía negra, que trata de las costumbres de los mestizos y denuncia las desigualdades. Es una poesía de gran musicalidad, cuyo principal representante es NICOLÁS GUILLÉN.

Pero en general, lo cierto es que la lírica hispanoamericana ha mantenido durante todo el siglo XX una relación muy importante con la temática y la estética de la lírica europea.

 

PABLO NERUDA

 

Es el poeta más representativo de la lírica hispanoamericana. Su extensa obra atraviesa todas las etapas que hemos mencionado.

Comenzó siendo un poeta modernista y luego pasó a la poesía sencilla e íntima de Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

En Residencia en la tierra aparece la influencia de las vanguardias y del Surrealismo, en particular.

España en el corazón y Canto general son obras que muestran la preocupación por los aspectos sociales y políticos de España y América.

En sus últimas obras predominan los temas de la vida cotidiana, como los placeres sencillos y el sentimiento amoroso. Es el caso de Odas elementales y Cien sonetos de amor.

 

ACTIVIDAD FINAL DE LITERATURA

 

Tras haber estudiado en clase los apartados de literatura española desde la posguerra hasta la actualidad y de literatura hispanoamericana, lee los textos que aparecen en la Antología y realiza un breve comentario de cada uno de ellos en el que destaques las principales características del autor y su obra, situándolos en su contexto correspondiente.

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