Los contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) que configuran la materia de Lengua Castellana y Literatura se dividen en los siguientes apartados:
· Comunicación oral: escuchar y hablar.
· Comunicación escrita: leer y escribir.
· Conocimiento de la lengua.
· Educación literaria
· Actitudes.
A principio de curso, se especifican desglosados dichos contenidos, junto a los criterios de evaluación y las pautas concretas de calificación (todo ello consta en la página www.liricaentransversal (apartado de Información)
A menudo los alumnos suelen mostrar dificultades en los apartados de Conocimiento de la Lengua y Educación Literaria, por lo que a continuación se exponen pautas procedimentales para el estudio y preparación de exámenes en dichos apartados a los que solemos describir como “Gramática”.
Aspectos a tener en cuenta:
1.- La metodología de trabajo, básicamente, está basada en el aprendizaje significativo. Esto quiere decir que los contenidos se van ensamblando a lo largo de la etapa. Por ello, la evaluación es continua y los contenidos se van integrando. Esto implica que el estudio de la materia requiere de una constante ACTUALIZACIÓN de contenidos (tanto de evaluaciones como de cursos anteriores).
2.- El “Estudio de la lengua” tiene como objetivo primordial la REFLEXIÓN gramatical. Esto implica que el estudio de la materia necesita INTEGRAR la memorización de contenidos con la relación y asociación de los mismos entre sí, tanto desde diferentes niveles lingüísticos (como el ortográfico, morfológico, sintáctico, textual…) como la interrelación que se produce entre los contenidos a lo largo de toda la etapa.
3.- El hecho de que ésta sea una materia INSTRUMENTAL implica que la ampliación del léxico abarque al resto de materias. Por ello se integran temas del resto de materias a través de campos semánticos y formación de palabras (lexemas, prefijos y sufijos). Éste es uno de los rasgos que aporta a la lengua y a la literatura su cariz de transversalidad.
4.- Ésta es una materia en la que los conceptos y los procedimientos van de la mano y, a menudo, difícilmente se separan. Esto le otorga un carácter eminentemente PRÁCTICO que hace que el estudio no se pueda deslindar de los EJERCICIOS REALIZADOS (y CORREGIDOS) en clase. “Aprender” la “teoría” sin relacionarla con la “práctica” no sirve para consolidar los contenidos. Puedo aprender, por ejemplo, que los nombres tienen género y número; pero habré consolidado este contenido cuando pueda identificar los morfemas flexivos en el análisis de unidades léxicas. De esta manera “sabré” que la –a de “artista” no indica femenino; que el sufijo –ante indica “el que realiza la acción”, y que forma participios o adjetivos de una terminación y que la –e no indica género. Son contenidos muy “sencillos”, que se aprenden en 1º, aunque ya se trabajaron en primaria. No obstante, es en la secundaria cuando los alumnos, por los objetivos de la etapa y su propio proceso madurativo, van relacionando con otros contenidos, que incluso van despertando en ellos reflexiones críticas como las que conlleva la diferencia entre sexo y género y las falacias argumentativas que se pueden construir cuando no hacemos esta diferencia lingüística; reflexiones que serán llevadas, sobre todo, en 3º o 4º y que en 1º y 2º se han anticipado de manera transversal. Es por esto que la LIBRETA DE CLASE forma parte del material didáctico del alumno y en ella se recoge el GUION DE CONTENIDOS DIARIO y la corrección de las actividades realizadas.
En síntesis, estos cuatro aspectos se podrían resumir en la importancia de la RELACIÓN. El aprendizaje de la materia se estructura a partir de este objetivo. Por lo que el estudio y la preparación de exámenes también deben realizarse desde ahí. De esta manera el alumno va ensamblando toda una red de relaciones de contenidos, que le facilita no sólo la memorización, sino también y sobre todo la consolidación de dichos contenidos. Y desde la asignatura de Lengua Castellana y Literatura se incluyen TRANSVERSALMENTE contenidos y objetivos que corresponden a toda la etapa de secundaria, teniendo en cuenta el proceso madurativo del alumno (de la concreción a la abstracción, por ejemplo), y que nos permiten llevar a cabo un proceso de aprendizaje que integra las competencias básicas en la evaluación del alumno.
Este doble objetivo de transversalidad (por la materia en sí) y abstracción (como objetivo general de la etapa de secundaria) se va implementando de manera procesual y progresiva a lo largo de la etapa. En 1º ESO se dan los primeros pasos promoviendo, por ejemplo, que el alumno relacione la ortografía con la morfología o con el análisis métrico, como ya hemos visto en algunos ejemplos. O que relacione el léxico y la formación de palabras con otras materias. Por otro lado, y aunque resulte un poco más complejo, el alumno también puede ir dando los primeros pasos relacionando las clases de palabras con actitudes vitales: la concreción y la abstracción en lo que los nombres designan; la objetividad y la subjetividad en lo que los adjetivos calificativos califican; las modalidades e intenciones comunicativas en lo que los verbos enuncian; los conceptos de acompañamiento y sustitución para distinguir determinantes de pronombres, etc. Todo esto se trabaja de manera sutil y transversal, y más adelante (3º o 4º), cuando el alumno vaya madurando en sus capacidades, dará sus frutos.
Por otro lado, estos cuatro aspectos también nos llevan a destacar una actitud necesaria para un estudio fructífero: la AUTOCORRECCIÓN. Es muy importante que el alumno conozca los criterios de evaluación y calificación y que revise sus trabajos y exámenes a partir de ellos. Al final de cada evaluación se revisan los exámenes y pruebas de evaluación realizados y se entrega una PLANTILLA de autocorrección al alumno para que la complete individualmente con las notas y los comentarios oportunos que describan los contenidos (conceptuales, procedimentales o actitudinales) que deben ser revisados y/o actualizados en siguientes evaluaciones.
A continuación, se presentan ejemplos de cómo estos contenidos se van ensamblando e integrando. Los alumnos deben tenerlo en cuenta para que los contenidos se vayan consolidando. Se utilizan para esta preparación los ejercicios de repaso y consolidación, que se facilitan en clase para la 1ª, 2ª y 3ª evaluación.
Algunos ejemplos de cómo los contenidos se van ensamblando e integrando son los siguientes:
Por ejemplo, para el estudio de la ortografía cabrá tener en cuenta que no sólo debemos memorizar las reglas que rigen el uso de la tilde o de una determinada grafía, sino también cómo estas reglas ortográficas se entrelazan con reglas morfológicas. De esta manera escribiremos correctamente la palabra “venció” colocando la tilde no sólo porque es una palabra aguda que acaba en vocal, sino porque es un verbo en 3ª persona del singular del pretérito perfecto simple, que suele utilizarse en los textos narrativos. O que la palabra “había” lleva tilde para romper el diptongo y marcar el hiato, y que, además, es así en la mayoría de las formas verbales conjugadas en pretérito imperfecto de indicativo en la 2ª y 3ª conjugación. Por otro lado, la división en sílabas de las palabras y la identificación de diptongos e hiatos se pondrá en práctica en el análisis métrico de poemas. . Otro ejemplo sería: la relación existente entre la regla ortográfica que rige el uso de la –b en la forma verbal “soñaba”: se escribe con –b porque así se escriben las terminaciones de los verbos en pretérito imperfecto de la 1ª conjugación y del verbo “ir”.
De igual modo, cuando estudiamos las reglas ortográficas que rigen el uso de los fonemas las relacionamos con rasgos morfológicos como los prefijos, sufijos o lexemas. Por ello, estudiamos que se escriben con B las palabras que comienzan por el prefijo bi-, bis-, biz-; o las que acaban por el sufijo –bundo; o las que se componen del lexema –bio-. Y aprendemos, igualmente, sus significados para poderlos aplicar a otras palabras y ampliar de este modo el léxico. De esta manera el alumno aprende la ortografía de las palabras que se forman con el lexema –bio, que significa “vida” y que puede aplicarse, de manera interdisciplinar, a palabras como: biografía, biotopo, biosfera…; la ortografía de palabras que se forman con el prefijo bi-, que significa “dos” y aplicarlo a palabras enmarcadas en diferentes ámbitos o disciplinas: bimensual, bisexual, bisílaba…
En el caso del análisis de unidades léxicas (lexemas y morfemas) lo importante va a ser que el alumno aprenda dichos formantes con su ortografía y su significado y que pueda aplicar ambas cosas de manera interdisciplinar: por ejemplo, el formante hetero- se puede aplicar al ámbito lingüístico en palabras como: heterónimos; en el campo de la biología: heterótrofos, o en otros.
En el apartado de comprensión lectora también aplicamos contenidos de morfología y sintaxis. Por ejemplo, al identificar el tema o el asunto de un texto tenemos en cuenta que la enunciación debe hacerse en forma de sintagma nominal, cuyo núcleo sea, predominantemente, un nombre abstracto.
RECOMENDACIONES PARA LA REVISIÓN DEL TRABAJO EN CASA:
1.- Lleva al día el guion de contenidos con la fecha.
2.- Comprobar que las actividades del material didáctico están correctamente corregidas.
3.- Comprobar y revisar las fechas de exámenes y trabajos para planificar y organizar el material y el estudio.
4.- Revisar los criterios de evaluación y pautas de calificación de cada uno de los apartados que conforman los contenidos.
RECOMENDACIONES PARA LA REDACCIÓN DE EXÁMENES:
1.- Es necesario conocer y seguir los criterios de evaluación y pautas de calificación.
2.- Es necesario seguir las consignas ORALES O ESCRITAS dadas en clase o enunciadas por escrito.
3.- Hay que leer atentamente el enunciado de las preguntas y contestar íntegramente a lo que se demanda.
4.- Las respuestas deben estar redactadas siguiendo las normas básicas de expresión escrita.
5.- Hay que revisar el trabajo o examen realizado, tanto en lo concerniente a la expresión escrita como a las pautas de corrección que corresponden a los criterios de evaluación y calificación.
"Lírica en transversal" es un proyecto educativo sistémico para la Enseñanza Secundaria. El engranaje es la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, que nos ofrece los mapas del camino y, de la mano de la lírica, nos adentra en la búsqueda de encuentro entre la educación y la enseñanza, integrando lo curricular con lo transversal.
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