EL SIGLO XVII Y LA ESTÉTICA DEL BARROCO. LA LÍRICA BARROCA.

En el siglo XVII entran en crisis las ideas del humanismo. Domina el pesimismo y el desengaño porque es un siglo de crisis, sobre todo en España, a todos los niveles: económico, social y político.

El Barroco es el movimiento cultural que refleja esa decadencia social, económica y política del siglo XVII.

Como ya hemos dicho antes, la mentalidad del Barroco se caracteriza por el pesimismo y el desengaño: la vida dura un instante; todo es efímero y fugaz porque el tiempo y la muerte acaban con todo.

Sin embargo, en el Barroco también se afanan por gozar de la vida; de ahí que digamos que esta época se caracteriza por los contrastes.

Respecto a la cultura, a pesar de la crisis imperante, hubo un gran esplendor en las artes y la literatura de este siglo. Además, la cultura tenía una doble función: entretener y transmitir una ideología que garantizase los privilegios de la monarquía y la nobleza.

 

En cuanto a la literatura, las características más relevantes son las siguientes:

  • Las formas y temas del Renacimiento se mantienen pero intensificados y, además, se añaden nuevos temas derivados del pesimismo reinante.
  • La literatura barroca buscaba sorprender al lector; para ello construía textos con dificultad en el contenido o en la forma; así, la naturalidad se abandonaba y se empleaban recursos artificiosos.
  • Les gustaban los contrastes: en el teatro se mezclaba lo trágico y lo cómico y en poesía, autores como Góngora o Quevedo escribían tanto poemas serios como burlescos.

 

LA POESÍA LÍRICA BARROCA

 

La temática de la poesía barroca es la misma que en el Renacimiento (amor, naturaleza y mitos grecolatinos, carpe diem y beatus ille) pero intensificada y con más color y sonoridad: por ejemplo, el amor supera a la muerte o la belleza de la dama es superior a la de la naturaleza; los mitos se tratan de forma burlesca…)

Además, aparecen nuevos temas de tipo moral, filosófico o religioso (la vanidad de lo material, el paso del tiempo, las apariencias, la presencia de la muerte, el arrepentimiento de los pecados…), así como la crítica a determinadas conductas sociales: la hipocresía, la corrupción, el poder del dinero…)

 

Respecto a la métrica, los poetas emplearon los mismos versos y estrofas que en el Renacimiento (versos endecasílabos, sonetos, silvas, octavas…) así como métrica de tipo popular (versos octosílabos, romances, letrillas…).

Ya hemos dicho antes que los poetas emplearon un estilo artificioso, para hacer pensar a los lectores. Para conseguirlo, siguieron una de estas dos tendencias: el culteranismo o el conceptismo. Vamos a ver en qué consistían.

El culteranismo perseguía la belleza de la forma mediante la imitación de la sintaxis latina (hipérbaton), la incorporación de cultismos latinos y griegos y el uso de abundantes metáforas. Su principal representante fue Luis de Góngora.

El conceptismo pretendía decir mucho con pocas palabras y para ello empleaba muchos juegos de conceptos como polisemias, antítesis, paradojas… Su principal representante fue Francisco de Quevedo.

 

LUIS DE GÓNGORA

 

Escribió poesía amorosa, filosófica y satírico-burlesca pero sus obras más extensas fueron la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades. Utilizó tanto métrica culta como popular.

La Fábula de Polifemo y Galatea está compuesta por 63 octavas reales y en ella se narran los amores del pastor Acis y la ninfa Galatea, pretendida también por el cíclope Polifemo.

Las Soledades es una obra compuesta en silvas y protagonizada por un peregrino que naufraga en una isla.

Su estilo destaca por crear un mundo de belleza verbal y sensorial, que le sirve para evadirse de la terrible realidad de su tiempo; por la extrema dificultad de su poesía, que exigía un esfuerzo a los lectores, y por el empleo constante de metáforas y símiles y de un léxico culto y exquisito.

 

FRANCISCO DE QUEVEDO

 

En su obra se distinguen tres bloques temáticos: poemas amorosos, poemas satírico-burlescos y poemas filosófico-morales.

En los poemas amorosos, el amor es tan intenso que llega a superar a la muerte, aunque también trató el tema amoroso desde una perspectiva humorística y satírica.

Los poemas satírico-burlescos critican tipos de la sociedad de su época, personajes mitológicos o costumbres de su tiempo, de forma cómica y cruel.

Los poemas filosófico-morales tratan sobre la existencia, el paso del tiempo y la muerte.

También empleó en sus poemas tanto la métrica culta como la popular.

Su poesía se caracteriza por su agudeza, sus juegos de palabras y su intensidad emocional.

Además de poesía, escribió obras políticas y filosóficas y una novela picaresca, el Buscón.

ACTIVIDADES

 

1.- Los poetas barrocos emplean la métrica renacentista, como el soneto. Lee de la Antología el poema de Lope de Vega: Un soneto me manda hacer Violante y comprueba que se  manifiestan en él los rasgos de dicha métrica.

 

2.- Lee los poemas de la Antología de Lope de Vega: Desmayarse, atreverse, estar furioso; Ir y quedarse, y con quedar partirse. Y contesta a las preguntas:

         a.- Identifica en el poema las figuras retóricas que muestran rasgos de la estética barroca como el gusto por los contrastes y el uso de juegos de conceptos.

 

3.- Lee el poema de la Antología de Góngora: Mientras por competir con tu cabello. Y responde:

         a.- Realiza un cuadro con las correspondencias que existan entre las partes del cuerpo de la mujer y los elementos de la naturaleza con los que se identifican. ¿Qué tópico renacentista se recrea en este soneto y en qué verso aparece exactamente? Cópialo.

         b.- Compara este poema con el de Garcilaso: En tanto que de rosa y azucena e indica de qué manera se manifiestan las diferencias entre la estética renacentista y la barroca.

 

4.- lee el poema de la Antología: La dulce boca que a gustar convida. Y responde:

         a.- Explica las referencias mitológicas que se observan en este poema.

 

5.- Ejemplifica las características del culteranismo en los dos sonetos anteriores.

 

6.- Lee el poema de Góngora: Ándeme yo caliente y ríase la gente. Y contesta:

         a.- Comenta el tema y la métrica del poema.

 

7.- En los poemas anteriores busca elementos que muestren la actitud desengañada y pesimista del Barroco.

 

8.- Lee los poemas de Quevedo de la Antología y responde a las cuestiones:

         a.- Adscribe cada uno de esos sonetos al bloque temático que le corresponda dentro de su obra. Razona tu respuesta.

         b.- Señala los recursos retóricos en el soneto: ¡Ah de la vida!... ¿Nadie me responde? Y en: Es hielo abrasador, es fuego helado.

         c.- Lee el poema de Quevedo que aparece en el relato Tempus Fugit y comenta el significado de todas las metáforas que se observan en el poema. ¿Te parece adecuado el título: Amor constante más allá de la muerte? Justifica tu respuesta.

         d.- Muestra algunas de las hipérboles utilizadas por Quevedo en el soneto A un hombre de gran nariz. Averigua a quién se refería con este poema.

 

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